Hospitales y centros de salud
Un abrazo en medio del hospital
Sabemos que estar en un hospital puede ser difícil y solitario, sobre todo para niños, personas mayores y pacientes con enfermedades crónicas. El miedo, la ansiedad y la soledad, a veces, duelen más que el propio diagnóstico. En esos momentos, la visita de un perro terapéutico es mucho más que un consuelo: es un puente para ayudar a recuperar la alegría, la motivación y la confianza.
Numerosos estudios en España confirman lo que sentimos y vemos cada día: compartir tiempo con un perro reduce el estrés y la ansiedad, alivia el dolor emocional y ayuda a los pacientes a que reconecten con su entorno y consigo mismos. Desde niños que recuperan la sonrisa hasta mayores que encuentran un motivo para levantarse, las Intervenciones Asistidas con Perros (IAP) ofrecen alivio y apoyo justo cuando más se necesita.
¿Por qué un perro en un hospital?
Porque su sola presencia hace que el ambiente cambie. No es solo un perro, es un compañero que escucha sin juzgar, que acompaña sin pedir, que despierta sonrisas y calma inquietudes. Un amigo que aporta momentos de ternura, una chispa de alegría y una oportunidad para sentir que no estamos solos en el camino.
Un perro puede ser puente para la comunicación, estímulo para el movimiento, consuelo en medio del dolor, un motivo para sonreír sin razón. Y eso, en un hospital, es tan importante como una medicina. Las sonrisas que provocan, las conversaciones que despiertan y los suspiros de alivio que generan son inexplicables.
Objetivos y Beneficios
Nuestros perros ayudan a calmar el miedo, despiertan la imaginación y fomentan la comunicación, convirtiendo el hospital en un espacio menos frío y mucho más acogedor.
La compañía del perro se convierte en un apoyo para reducir el estrés, encontrar momentos de paz y ayuda a recuperar la motivación para afrontar el tratamiento.
La presencia del perro es una ayuda contra la soledad, estimula los recuerdos, la memoria y las emociones. Las sesiones son pequeños momentos de felicidad que dejan huella.
Historias que se viven
Un niño en oncología que, tras días sin hablar, le cuenta al perro como se llama su peluche favorito.
Una mujer mayor que lleva semanas sin sonreír, deja escapar una carcajada cuando el perro tira con el hocico una torre llena de chuches.
Un paciente de rehabilitación que se esfuerza un poco más para lanzar la pelota.
Una enfermera que suspira aliviada mientras acaricia el perro entre turno y turno.
Porque el cuidado no solo está en las medicinas o en las curas físicas... También está en el ánimo o en la ilusión de cada paciente por tener un motivo para sonreír ese día. Dog Lads transforma momentos difíciles en instantes de ternura, vínculo y consuelo.
Si formas parte de un hospital, eres profesional sanitario, familiar de un paciente o simplemente crees que la salud también se construye con cariño, contáctanos. Llevemos juntos esta experiencia a donde más se necesita.
No es solo un perro en un hospital. Es una mirada que calma, una caricia que acompaña, un amigo que transforma el miedo en consuelo y la soledad en esperanza.
Dog Lads, más que perros.
¿Hablamos?
IAP Intervenciones Asistidas con Perros
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